martes, 27 de julio de 2010

¿Se debe preparar a los niños para la llegada de un hermanito?

Cuando ya tienes un hijo y descubres que estás embarazada, sabes muy bien qué es lo que eso representa en tu vida, pero lo que la mayoría de las madres no se dan cuenta es realmente lo que un hermano va a representar para la vida del primogénito de la familia. Tal vez cuando eras pequeña, hayas vivido una situación similar pero seguro que no te acordarás. Yo, como primogénita, no me acuerdo, aunque creo que no debe ser muy agradable el tener que "renunciar a la corona".
La llegada de un hermanito
Se debe preparar a los niños para todo. Creo que con el diálogo se puede hacerlo, aparte de solucionar muchas situaciones difíciles o complicadas de la vida. Nada como una buena charla para explicar al primogénito que la familia va a ganar un nuevo integrante. Prepara a tu hijo para la llegada del hermano:

- Dar con alegría la feliz noticia y comunicar al niño que, próximamente, va a tener un hermanito. El tono así como la forma de hacerlo dependerá mucho de la edad que tenga tu hijo. Si es muy pequeño, lo mejor es decirle que tu barriga va crecer porque allí está creciendo un hermanito para él. A los niños más mayores, ya capaces de comprender muchas cosas, lo mejor es implicarles y convencerles de las innúmeras ventajas que es tener un hermano.

- Estimular al niño a colaborar. Pedirle que cante o que hable con su hermano que aún está dentro de tu barriga, para que el bebé vaya conociendo su voz y sus gustos. Además, hágale partícipe del crecimiento del feto. Ensénale la foto (ecografía) del su pequeño hermano, pide su ayuda para elegir el nombre de bebé, para comprar su ropita o decorar su habitación. Es aconsejable también que oriente a tu hijo para que se compre un regalo a su hermanito.

Los celos son inevitables, pero se puede aligerarlo transmitiendo aún más afecto y seguridad al primogénito. Busca que su vida siga la misma de siempre. Conserva el hábito de acompañarle al parque, de contarle cuentos, y por ningún motivo, debes recriminarlo cuando tenga un "ataque" de celos. No te olvides de que la llegada de un hermano es un cambio duro para él y que el bebé que esperas vendrá a sumar y no a restar.

Vilma Medina. Editora de GuiaInfantil.com

Lo que tienes que saber antes de que tu hijo crezca

Es inmensamente gratificante ver a tu hijo crecer, adquirir habilidades, probar sus capacidades... aunque llegará el día en que al mirarlo te llevarás un buen susto. El tiempo ha pasado tan rápido, tu hijo ya no te da la mano para cruzar la calle, ya no te necesita a la hora del baño, ya elije él solo la ropa que se va a poner, es decir, ya ha adquirido tanta autonomía, que al mismo tiempo que te alegras por sus conquistas, también sientes que ya no eres todo para él.
Cuando los hijos crecen
Aunque tu hijo te quiera, y te querrá seguro, ya no te llamará para ir al parque, no te pedirá que estés un poco más en la cama con él y tampoco que lo acompañes al cine. ¿Dónde están los juegos de mesa que tanto habéis compartido? Y ¿dónde están las fiestas de cumpleaños que juntos preparabais? Tu hijo, este niño o esta niña que has tenido en los brazos, ha crecido. Ha pasado de estar sentado en la silla de atrás del coche
para estar a tu lado en la silla de delante.
Qué bonito y la vez difícil es ver crecer a los hijos. Aquellos niños que tanto querían estar en casa, pintando, dibujando, y haciendo tantas cositas contigo, ya no están. Y tú pensarás: ¿Por qué me quejaba tanto de que mi hijo viniera a mi cama en las mañanas de domingo? ¿Por qué cuando mi hijo quería jugar conmigo yo estaba casi siempre ocupada? ¿Por qué cuando él me llamaba desde su cama yo no le atendía? ¿Por qué yo no contestaba a sus insistentes preguntas? ¿Por qué no le cogí en brazos cuando él me lo pedía? Sólo nos damos cuenta de nuestros errores, de nuestras faltas, de nuestra falta de paciencia, tolerancia, etc., cuando los hijos crecen.

Cuando vemos que nuestro hijo ha crecido, empezamos a reflexionar sobre todo lo que hemos podido hacer por y con ellos y no lo hicimos. Eso es normal. Es lo mismo cuando pasamos de un curso a otro en el colegio. En los últimos días es natural que todos estemos más unidos. Pues es así. No se trata de tapar los agujeros que quedaron, lo importante es que reconozcamos que ser padre y madre no es una etapa. Si no has podido cumplirla como deseaba, siempre puedes ser mejor padre o mejor madre en la etapa siguiente, aunque eso no borre lo indeseado de la etapa anterior.

Antes de que tu hijo crezca, no desees estar solo, la infancia de tu hijo es una etapa. Disfruta de tu hijo, salta la comba con él, juega al escondite y hagas tantas volteretas que sean necesarias para sacarle unas buenas risas. Cuéntale chistes, llévale al circo, al parque, haz castillos de arena con él y no te olvides que antes de que él crezca, debes valorar los momentos que pases con él, aunque duren apenas minutos.

Vilma Medina. Editora de GuiaInfantil.com

lunes, 5 de julio de 2010

Esguince de tobillo: lesión más frecuente en niños deportistas

Todos sabemos que la práctica de un deporte es muy buena para los niños. En los últimos años, se ha incrementado un montón. Los padres saben que si su hijo hace deporte, gozará de una buena salud, física y mental. Sin embargo, el exagerado interés de algunas familias por tener un hijo polifacéticamente deportista, está pasando factura a los huesos y articulaciones de los niños. El número de lesiones como los esguinces de tobillo y de ligamento, se dispara.
ESguince de 
tobillo de los niños deportistas
La práctica de un deporte hay que tomarla con calma y prudencia. La Sociedad Española de Ortopedia Pediátrica (SEOP) señala que el papel de los padres y de los educadores, así como de los entrenadores o técnicos deportivos que trabajan con los niños, es muy importante. En muchas ocasiones, los padres llevan demasiado en serio el deporte de su hijo, y por otro lado, los niños también se sienten presionados, animados, e incluso reflejados en las grandes estrellas del fútbol, del tenis, a ser profesionales cuánto antes, aunque muchos no jueguen en y con los medios adecuados.

Un 20 por ciento de las lesiones que sufren los niños son por causas deportivas. Los esguinces de tobillos o ligamento cruzado son las más frecuentes en niños que practican deporte, según los expertos de la SEOP. Las lesiones de rodilla aumentan y son muy comunes entre los niños que practican más de un deporte. Los especialistas también advierten que si un niño juega y se lesiona, no puede seguir jugando porque le quedaría secuelas musculares y en las articulaciones. Cuando un niño tenga una lesión debe parar la práctica deportiva para tratarla y curarla, de cara a su futuro. Inmovilizar la zona afectada e interrumpir el proceso inflamatorio con medicamentos prescritos por el médico. Luego, iniciar proceso de rehabilitación hasta que se recupere totalmente.

Para prevenir lesiones, los niños deben ser preparados desde que son muy pequeños a que antes de jugar un deporte, deben estirarse, usar un buen calzado y sobretodo que se diviertan haciéndolo.

Vilma Medina. Editora de GuiaInfantil.com