jueves, 30 de septiembre de 2010

Los niños pueden y deben colaborar en las tareas del hogar

Como muchas mujeres, yo también tengo mí trabajo fuera de casa, soy ama de casa, esposa y madre. Pero siempre he tenido claro que antes de ser todo eso, yo tengo que ser yo, tengo que tener tiempo, aunque sean algunos minutos, para dedicarme a mi misma, a leer un libro, a hacer gimnasia, a charlar con mis amigas... Por esta razón, creo que en lo que se refiere a las tareas del hogar, tanto el marido como los hijos pueden y deben participar.
Colaboración de los niños en las tareas del 
hogar
No se puede ser todo al 100 por ciento, aunque haya situaciones y circunstancias que muchas veces nos obligan a ello. Lo que quiero decir es que a los niños, y no solo a las niñas, tenemos que educarles a que participen también en las labores de casa, desde la más temprana edad, para que se vayan acostumbrando a que en una casa también tenemos responsabilidades y compromisos a cumplir.

Los pequeños encargos o tareas domésticas que encarguemos a los hijos, hacen una gran diferencia en la convivencia familiar. No es lo mismo que cada uno bucee en sus propios intereses y que sólo uno cumpla sus deberes, que todos hagan de todo. Recibimos muchos emails de madres que sueñan en poder jugar sin prisas con sus hijos, aparte de poder dormir un solo día hasta tarde, o de leer un libro, ir de compras, ir al cine, etc. Hay maternidades que parecen una cárcel, ¿no? Pienso que un hijo viene a sumar y no a restar. Por eso creo que la educación de nuestros hijos debe incluir el cuidado de la casa. Luego que si hay que perder noches de sueño por ellos, claro que las perdemos. Eso hace parte de nuestra tarea de madre.

¿Qué hacer para que los niños colaboren en casa? Lo primero, hacerles ver que formamos un equipo, que hagas o no lo hagas eso afectará a todos. En resumen, que NO al hotel y SÍ al hogar. Lo que puede hacer tu hijo solo, que sea periódico y supervisado. Los encargos no son para aliviar la carga de los padres ni para aprovechar el tiempo libre de los hijos, son para hacerlos más fuertes para enfrentar la vida. Así que aquí siguen algunas actividades que pueden ser realizadas por los pequeños, según la edad y las capacidades que tengan:

- Hacer su cama
- Ordenar su habitación; recoger ropas, juguetes...
- Avisar sobre si alguna ropa necesita arreglo
- Si come fuera del horario familiar, recoger la suciedad
- Apagar las luces cuando no las necesita
- Recoger todos los objetos que han cogido. El CD, los Dvd, las revistas…
- Poner y quitar la mesa
- Sacar la basura
- Pasar la aspiradora
- Regar y cuidar de las plantas
- Contestar al teléfono
- Cuidar y alimentar a la mascota
- Recoger el correo
- Ir con papá a reciclar la basura
- Y todo lo que creas que tu hijo sea capaz de hacer y que no ofrezca riesgos para su salud.
Una motivación positiva hacia tu hijo es muy importante. Le animará a seguir colaborando.

Vilma Medina. Editora de GuiaInfantil.com

viernes, 24 de septiembre de 2010

¿Qué es lo que cocinas de más rico a tu hijo?

¿Cuál es el plato de comida favorito de tu hijo? Me refiero al plato que hace brillar a sus ojitos cuando llega a la mesa. En mi casa, el plato estrella es la lasaña. Casi todos los domingos que comemos en casa, suelo preparar una. Dice mi hija que yo la hago distinta a las que ha comido ella en otros lugares. Tanto es así que cuando vienen sus amigos a comer a casa, ella me pide que yo haga lasaña. ¿Querrá presumirse?
Los platos preferidos de los niños
¡A mí me encanta la cocina! Probar nuevos ingredientes, nuevas recetas culinarias, es algo que me anima mucho, aunque reconozco que no tengo dotes culinarios. Hago lo justo, busco acrecentar algo diferente y nada más. Por ejemplo, en la lasaña, aparte de la salsa de boloñesa y del queso, también añado algunas lonchas de jamón de york u otras muy finas de calabacín o de berenjenas. Les da un sabor distinto y una textura más jugosa, aparte de que la verdura es muy rica y nutritiva para los niños. Cuando hago albóndigas, suelo poner mucha zanahoria en la salsa. Todo es una cuestión de probar.

Creo que a cada edad los niños tienen preferencias distintas en cuanto a la comida. No hablo de los bebés porque estos seguramente tendrán la leche del pecho de su mamá como su comida favorita. Me refiero a los niños mayores de 3 años de edad. A mi hija, de pequeña, le encantaba los guisantes, el pescado, la sandía... y hoy no quiere ni verlos. ¿Será que el paladar de los niños va cambiando con el tiempo? No sé, pero lo cierto es que hay niños a los que les gusta comer de todo e incluso dan guerra a la hora de la comida cuando hay algo que les vuelve locos; y hay otros, que les da exactamente igual. A mí hija, una época, le fascinaba el arroz. Se lo comía de todas formas: arroz cocido, arroz chino, arroz frito, arroz con mariscos, croquetas de arroz... hasta su postre preferido era el arroz dulce. Todos los sábados, en mi casa, teníamos que tener paella para comer.

Con el tiempo, los hábitos de alimentación han cambiado. Hay menos tiempo para cocinar y muchas familias acaban alimentando a sus hijos con la comida rápida. Sin embargo, si hay algo que a los niños les encanta, y que no exige ni mucha elaboración ni mucho tiempo, eso es la pasta. Los macarrones con tomate son un manjar para ellos. Luego el espaguetis, los fideos, la pizza, y algunas estrellitas o letras en la sopa. ¿Y las patatas fritas? Bueno, con solo escribir, ¡me está dando un hambre! Así que te dejo, esperando saber qué más le gusta a tu hijo de lo que cocinas tú.

Vilma Medina. Editora de GuiaInfantil.com

¿Hacemos un paseo a pie o en bicicleta con los niños?

Aunque te parezca raro, hoy es el Día Mundial sin coches. Probablemente hoy, cuando has salido para comprar el pan, para llevar a tu hijo al colegio o para irte al trabajo, no hayas notado ningún cambio por las calles. Es verdad, siguen las filas de coches en los semáforos y las vueltas para conseguir aparcar. Pero, aunque no todos estemos concienciados de la importancia de combatir la contaminación, debemos seguir insistiendo, al lo menos por la educación y la salud de nuestros hijos.
Un paseo a pie con los niños
Coger el coche por las mañanas es muy cómodo. Nos ahorra tiempo y facilita el cumplimiento de las innúmeras actividades que tenemos. Mucha gente ya no consigue vivir sin coche, principalmente cuando vive en una ciudad grande donde coger el tren o el autobús puede costar horas y horas de su tiempo. Qué bueno sería si fuéramos por las calles y viéramos a niños jugando, adultos charlando, gente caminando al trabajo y al colegio, que los carriles para bicicleta estuviesen repletos de gente... y lo que es mejor, que pudiéramos respirar un aire más puro y menos contaminado, ¿verdad?

Pues todo eso es posible. No hace falta que sea el Día Mundial sin coches, puede ser otro día, el que elijáis entre todos de la familia. Un día en que salgan de casa a pie, aunque sea un poco más temprano, y que los niños vayan y vuelvan caminando al colegio o si es necesario que vayan en bicicleta, en tren o disfrutar de una merienda o jugar en algún parque. Seguro que los niños querrán repetir el paseo otro día.

El principal motivo de esta celebración es potenciar el transporte público como medio alternativo y concienciar a todos, principalmente los niños, de los efectos que los coches tienen sobre el medio ambiente. El 25 por ciento de la contaminación y del CO2 que existe en el aire lo producen los coches. La OMS, Organización Mundial de la Salud alerta para la necesidad de que utilicemos los coches solo cuando es realmente necesario. Los problemas cardíacos, así como los de asma, de bronquitis e de otras infecciones respiratorias, van en aumento debido en gran parte a la contaminación. Comparta esta información con tus hijos. Puede ser un buen tema para charlar con ellos mientras caminan.

Vilma Medina. Editora de GuiaInfantil.com

lunes, 13 de septiembre de 2010

Padres: más atención a la higiene de los niños

Dos días antes de que volviera de un campamento mi hija me llamó para decirme que habían encontrado piojos y liendres en la cabeza de algunos niños. Que una enfermera miró a la cabeza de todos y que en su cabeza no había encontrado nada, ni piojos ni liendres. Uff... respiré aliviada y pensé "menos mal". ¿Sabes el trabajo que da quitar no los piojos, pero las liendres del pelo? Y más si estuvieran en el pelo de mi hija. Ella lo tiene muy largo.

Es normal que a medida en que los niños van creciendo vayamos dejando de vigilar una costumbre muy importante: su higiene. Pero por lo que he escuchado de una amiga que es profesora de Primaria, hay padres que no enseñan y tampoco exigen que sus hijos sigan buenos hábitos de higiene. Esta amiga me contó que hay niños que llegan a la clase en un estado lamentable. Huelen fuerte a sudor, presentan unos cerúmenes en los oídos, unas ropas sucias, y algunos llegan con unos hálitos bucales de hacer despertar hasta un muerto.

La higiene de los niños
La higiene es una necesidad que procura el bienestar y la salud del cuerpo, e incluso prevenir algunas enfermedades. La higiene es una medida que debe ser vigilada tanto en casa como en elcolegio. Higiene del cuerpo, de la vestimenta, de los alimentos, del ambiente...

- La higiene del cuerpo. El baño o ducha diaria elimina los restos del sudor, la secreción sebácea y los gérmenes, de la piel, del cabello, de los oídos, etc.
- La higiene bucal. Los dientes deben lavarse por lo menos antes de acostarse y al levantarse. La eliminación de los restos de las comidas contribuye para evitar caries y para conservar la dentadura.
- La higiene de las manos. Son las partes que más se ensucian y contaminan. Pueden ser transmisora de microbios cuando los niños se las llevan a los ojos, oídos, boca, etc.
- La higiene de los pies. Es una parte propicia para el desarrollo de micosis, afecciones producidas por hongos, que pueden dar lugar a mal olor. Se debecortar las uñas los pies como las de las manos, una vez a la semana
- La higiene de la ropa. Que los vestidos estén limpios. Muy importante no volver a utilizar las prendas ya usadas, como calcetines, ropa íntima, etc. Evitar ropas muy ajustadas que dificulten la respiración del cuerpo.

En todo caso, es importante que, aunque los niños crezcan, no dejemos de vigilar sus hábitos de higiene. Preguntarles si han cepillado los dientes, si no se olvidaron de usar un desodorante, si limpiaron los oídos, lavaron las manos, etc.

Vilma Medina. Editora de GuiaInfantil.com

jueves, 2 de septiembre de 2010

¿Te preocupa la falta de autonomía de tu hijo?

Gracias al ritmo cada día más acelerado en que vivimos, cada vez son más los niños que aprenden, desde muy temprano, a valerse por sí mismos. Aprenden "sobre la marcha" porque no les queda más remedio. Aún así, si observas a tu alrededor, todavía encuentras a niños pequeños, de 2, 3 o 4 añitos de edad, que aún siguen empeñados en no dar un solo paso sin su mamá o papá.
Niños autónomos
Me refiero a los niños que están todo el tiempo persiguiendo a los padres, por la casa, en la calle, en el supermercado, por todos los lugares, como si fueran sus sombras. No pueden estar solos. Si alguien extraño les habla, ellos se esconden detrás su mamá o se aferran a las piernas de papá. Les asusta todo y todos los que no sean papá ni mamá, así como estar solos en el baño, en su habitación, etc. Son niños que se resisten a ir al colegio el lunes por la mañana, que no quieren jugar en casa de un amiguito y que tienen miedo de dormir solos en su habitación. Son niños a quiénes solemos llamar de "pegamento".

Creo que muchos de nosotros hemos pasado por alguna experiencia similar cuando nuestros hijos eran pequeños. Alguna etapa parecida sí la hemos tenido. Me acuerdo muy bien que a mi hija, cuando tenía alguna enfermedad, por menos importancia que tuviera, se negaba a salir de nuestra cama. Tampoco conseguíamos que ella se quedara sentadita en su sillita por mucho tiempo. Lo que ella le gustaba era tener nuestras manos siempre agarradas a las suyas. Y en el parque, que estuviéramos siempre pendientes de lo que ella hacía.

Sin embargo, la autonomía también se aprende:
- Enseñando a los hijos a que se cuiden. Debemos permitir que ellos se vistan, coman, se peinen y se limpien solos, cuando veamos que están capacitados para ello.
- Respetando sus horarios de comida, de sueño y de juego. Y que ellos aprendan a recoger los juguetes y se vayan organizando en cuanto a su utilización.
- Dando la oportunidad a los niños a que se expresen, opinen y digan lo que necesitan. Debemos estimular sus destrezas comunicativas no solo con la familia como también con los amigos.
- Identificando las dificultades que tienen algunos niños para relacionarse. Los niños deben aprender a no tener miedo, a entablar conversaciones, a comportarse y tener amigos. Es necesario que tengan el hábito de saludar, agradecer y tener una buena relación con los demás.
- Haciendo con que el niño participe en las labores del hogar: ayudando en la cocina, en las compras, haciendo la cama, poniendo la ropa sucia en la lavadora, recogiendo la habitación, cuidando de su ropa, etc.

Vilma Medina. Editora de GuiaInfantil.com