Al igual que ocurre con el gateo, los primeros pasos o el habla, no hay una edad determinada y perfectamente definida en la que el niño deba controlar los esfínteres. El control de la orina puede variar según el grado de madurez de cada niño, unos niños controlan cuando están próximos a los 24 meses y otros más cerca de los 36 meses, en cualquier caso podemos empezar a familiarizar a los niños con el pis y su funcionamiento a través de juegos, orinales o, simplemente, por la observación de otros miembros de la familia.
Aunque no hay una fecha exacta, podemos valorar el desarrollo de nuestro hijo y el estímulo que debemos proporcionarle, teniendo en cuenta algunas condiciones previas necesarias o etapas superadas, así debemos comenzar:
¿Está nuestro hijo preparado para comenzar a controlar esfínteres?
- Si es capaz de caminar seguro
- Si puede sentarse solo
- Si se comunica con nosotros a través del lenguaje o, al menos, entiende órdenes sencillas
- Si vemos cierta autonomía en sus movimientos y juegos
- Si observamos que es capaz de mantener seco el pañal, al menos durante dos horas.
Nosotros podemos ayudarles y estimularles, pero necesitaremos, sin remedio, de la colaboración y la motivación del niño del niño para conseguir el objetivo marcado, de ahí la importancia de que no pretendamos que el niño controle antes de que su madurez física lo permita y podamos desmoralizarle o provocarle ansiedad.
Una vez que tanteemos a nuestro hijo y consideremos que está preparado realmente, no debemos esperar necesariamente a que llegue el buen tiempo, podemos empezar, en cualquier momento los entrenamientos, pero sin mostrar ninguna prisa ni nerviosismo.
- Ofrecer al niño una primera toma de contacto, ofrecer momentos para familiarizarse.
- Facilitar el acceso a sus genitales, poniéndole ropa cómoda y fácil de bajar
- Podemos empezar con la retirada del pañal por algunas horas, cuando dispongamos de tiempo en casa, especialmente los fines de semana y hablar con él con cariño sobre lo que tiene que hacer.
- Ofreceremos el orinal o el w.c como juego en el que sentarse a ver si logra salir algo (el tiempo de estancia será corto, entorno a 5 ó 10 minutos).
- Si el niño se hace pis encima, no debemos reñirle, sentirse mojado también le servirá de aprendizaje (verá que se siente incómodo). Debemos aprovechar este momento para recordarle dónde debe hacer pipí.
- Felicítale y elogia sus logros
- Cuando permanezca seco durante unas horas, podemos comenzar con la retirada continuada de pañal, comenzando por el pañal diurno, posteriormente retiraremos también el pañal de la siesta. El de la noche no debe ser eliminado definitivamente, hasta que el niño no se levante con el pañal seco durante varios días o se despierte pidiendo pis por la noche.
- El ritmo de avance es particular e individual de cada niño, debemos evitar las comparaciones con otros niños y, por supuesto, también las humillaciones.
El proceso completo puede llevar un año o, incluso más. También se considera normal que el niño (especialmente, al principio), sufra escapes, así que nos aseguraremos de tener una muda disponible durante todo el proceso. En las guarderías y colegios, suelen solicitar una muda completa desde que comienza el entrenamiento hasta los 5 ó 6 años de edad.
Patro Gabaldón. Redactora de GuiaInfantil.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario